Psicóloga advierte que diciembre puede aumentar la ansiedad: claves para un cierre de año más saludable
Diciembre suele venir acompañado de celebraciones, balances y compromisos sociales y laborales, lo que —según la psicóloga Verónica Aliaga— hace de este mes uno de los más estresantes del año. En ese contexto, expertos entregan una serie de recomendaciones para enfrentar con tranquilidad el cierre anual.
La especialista señala que la ansiedad que muchas personas experimentan en diciembre no se explica sólo por las fiestas, sino por el “peso acumulado” de los meses anteriores: cansancio, pendientes laborales o personales, y altas expectativas por “terminar bien” el año.
A esto se suman factores como:
- Sobrecarga de compromisos sociales y laborales (reuniones, celebraciones, responsabilidades extra).
- Presión social por proyectar una imagen de felicidad y éxito, lo que puede generar culpa, nostalgia o frustración en quienes están atravesando dificultades personales, duelos o pérdidas.
- Alteraciones en rutinas cotidianas: sueño irregular, cambios en la alimentación, estrés económico, todo lo cual impacta el bienestar emocional.
Ante esto, Aliaga —y otras voces de salud mental— recomiendan estrategias de autocuidado para reducir la ansiedad y cerrar el año de forma más saludable, entre ellas:
- Tomarse pausas reales, incluso breves, para descansar mente y cuerpo.
- Revisar las expectativas: no todo debe terminar en diciembre; postergar pendientes para enero cuando sea posible.
- Expresar emociones: hablar lo que preocupa o pesa, compartir con cercanos o buscar redes de apoyo.
- Mantener hábitos saludables: dormir bien, alimentarse con equilibrio, hidratarse, ejercitarse, descansar en momentos de estrés.
- Estar atento a señales persistentes de malestar (insomnio, irritabilidad, cambios en apetito, sensación constante de agotamiento), pues podrían requerir apoyo profesional.
Diversos estudios y reportes recientes alertan que la salud mental en varias poblaciones ha mostrado un deterioro progresivo: el estrés, la ansiedad y la depresión han crecido en los últimos años. En ese marco, diciembre —con su carga emocional extra— actúa como un factor que puede exacerbar estos problemas, haciendo que muchas personas experimenten síntomas de angustia, nostalgia o agotamiento.
Por eso, el cierre de año no solo debe verse como un periodo de celebración, sino también como un momento en que vale la pena priorizar el bienestar emocional, el autocuidado y la escucha de nuestras propias necesidades.
Si sientes que la ansiedad, el estrés o la presión te sobrepasan en este cierre de año, recuerda que no estás solo: revisar tus expectativas, priorizar el descanso y hablar lo que te preocupa son actos de autocuidado válidos. Si el malestar persiste, buscar ayuda profesional es un paso valioso —tu salud mental merece atención.
